Inigualable Amor

REMAR LA BIBLIA

Donnerstag (Jueves)

⛅🌡️1°🚣‍♂️

Seguimos adelante remando la Biblia de manera constante. ¡Qué bueno es tenerte de acompañante! 

Sin demora avancemos usando los dos remos. Pero antes recordemos que para remar mejor tenemos que hacer la entrada en calor.

Entrada en Calor:

Nos inclinamos para orar 🛐 y luego nos estiramos para adorar 🙌

Tomar notas:

¿Tienes listo el cuaderno de notas? ¿Estás anotando todo lo que vas encontrando?... Recuerda que las perlas se pueden ver cuando dedicas tiempo a buscar y profundizar en el mismo lugar. Esto quiere decir, leer y volver a leer para poder ver.

Me gustaría saber cómo vas con el Salmo 119. ¿Me quieres contar? ¿Estás escribiendo también tu versión personal? Cuéntame al final.

Yo sigo escribiendo mi propia versión. Leo y escribo cada verso como si fuera yo el que está hablando y así, en la lectura del Salmo, sigo remando. Aquí te comparto la porción de hoy. 

Salmo 119:49-56

(Mi versión personal)

Oh Señor, acuérdate de la promesa que en tu Palabra me has dejado y en la cual tú siervo sigue esperando. Esa promesa es mi consuelo en la aflicción. Tu dicho me ha vivificado el corazón.

Mucho se han burlado de mi los orgullosos malvados, pero aún así de tu Palabra no me he apartado.

 

He sido consolado al recordar tus juicios en el pasado, pero además me he sentido aterrado al pensar en los que tu Palabra han abandonado.

En esta tierra en la que un extranjero soy, tus versos son mis Cánticos hasta el día de hoy.

Por las noches, oh Señor, de tu nombre me acuerdo y entonces atesoro tus mandamientos. Esta es la mayor bendición que tengo, y es mi obligación, el poder guardar tu Palabra en mi corazón.

Salmo 119:49-56 (según Gerwuer)

En este momento solo puedo decir con emoción: ¡Qué maravillosa es la Palabra de Dios!

Salgamos a Remar la Biblia prestándole mucha atención.

Remo 1

Génesis 3:16-21

16 A la mujer le dijo: «Aumentaré en gran manera los dolores cuando des a luz tus hijos. Tu deseo te llevará a tu marido, y él te dominará.»

17 Al hombre le dijo: «Puesto que accediste a lo que te dijo tu mujer, y comiste del árbol del que te ordené que no comieras, maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida.

18 Te producirá espinos y cardos, y comerás hierbas del campo.

19 Comerás el pan con el sudor de tu frente, hasta que vuelvas a la tierra, pues de ella fuiste tomado; porque polvo eres, y al polvo volverás.»

20 El nombre que Adán le dio a su mujer fue Eva, porque ella fue la madre de todos los vivientes.

21 Luego Dios el Señor hizo túnicas de pieles para vestir al hombre y a su mujer.

(Génesis 3:16-21)

Remo 2 

Juan 3:16-21

16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, sino que tenga vida eterna.

17 Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.

18 El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios.

19 Y ésta es la condenación: que la luz vino al mundo, pero los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas.

20 Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no se acerca a la luz, para que sus obras no sean reprendidas.

21 Pero el que practica la verdad viene a la luz, para que sea evidente que sus obras son hechas en Dios.»

(San Juan 3:16-21)

Luego de leer lo que relata el Génesis comparándolo con lo que relata Juan me doy cuenta que:

En la peor oscuridad de nuestra  desgracia vimos brillar la luz de la Gracia.

Justo cuando nos vimos completamente arruinados,  desterrados, desnudos y avergonzados por haber pecado, fue cuando llegó el abrigo del Cordero para ayudarnos a empezar de nuevo.

El pecado siempre merece castigo pero el amor de Dios se demuestra en la acción de brindar ayuda y abrigo a los que están caídos.

Para el gran desastre que causó el pecado podemos ver que Dios ya tenía un Cordero preparado.

Cuando el ser humano se arruinó y se perdió. Vino Dios al mundo como el Cordero Redentor. 

El Padre amoroso sigue extendiendo sus brazos a los que están en el pozo. Dios aún sigue llamando y preguntando: ¿Dónde estas? pero la gente se esconde más y más. En lugar de abrazar la luz abrazan la oscuridad. En lugar de seguir a Jesús siguen la vanidad.

El Señor conoce nuestro gran fracaso pero está esperando que seamos nosotros los que volvamos a su regazo.

¿Estás lejos de Dios?

¿Por que seguir esperando?

¿No te das cuenta que separado del Señor te estás arruinando?

Vuelve ahora de todo corazón y pide su perdón. No pierdas más el tiempo. Este es el mejor momento.

Abrazo fuerte 🫂 

Sigamos remando contra la corriente.

Gerwuer ⛵️